Después de cargar con mi parte del biplaza, subir a la peña y volver al desapegue, conseguimos salir y disfrutar de un vuelo hasta la puerta de casa.





Al día siguiente, mi hermano se entrenó repitiendo la salida, esta vez él solo y con su nueva vela... y en tiempo récord. Desde abajo no pudimos evitar hacerle un book...

Oriol sobrevolando el Pilar del Sobrarbe